Planetas y Mano II
La Quiromancia tiene otros aspectos especialmente destacables, de los cuales puede decirse que son más importantes, universales y populares que los otros. Se trata de los montes y las líneas; éstas últimas se dividen en líneas principales, líneas secundarias y líneas raras. Ambos elementos constituyen la base adivinatoria de la Quiromancia y, sin lugar a dudas, puede afirmarse que la lectura de la mano sólo es posible si se saben analizar con detalle.
Los montes de las manos, al igual que los signos astrológicos, reciben la influencia directa de los planetas y se revisten de las cualidades inherentes a aquéllos. En total son ocho los montes reveladores del poder predictivo que subyace en la mano y están constituidos por los abultamientos naturales de las bases de los dedos y de ciertas zonas de la palma.
Monte de Venus
Según los quirománticos más notables, la base del pulgar aporta elementos para la lectura de la mano, relacionados con lo sensible y lo emocional, puesto que toda esta zona recibe la influencia de Venus y, por lo mismo, queda impregnada de las cualidades propias de este planeta. Representa, también, la relación con el mundo exterior, en el sentido de que en ella radican los afectos, las pasiones, las amistades, las compañías...
La significación más profunda del Monte de Venus viene dada por sus peculiaridades externas y, así, cuando una persona tiene el Monte de Venus amplio y redondeado, es señal indicadora de su talante afectuoso y sincero, y de su capacidad para comprender el sufrimiento de quienes conviven con ella.
Si el Monte de Venus está poco desarrollado, indica un carácter independiente y, a la vez, es señal de una constitución física delicada.
Por su parte, un Monte de Venus grande y abultado es señal de vitalidad física y mental. Si el abultamiento es firme y destaca por su prominencia, indica una personalidad de carácter pasional, preocupada por lo sexual. Si el abultamiento es blando y fofo, entonces indica volubilidad y proclividad a la excitación y a la agresividad.
Un Monte de Venus irregular, es decir, más abultado en sus contornos que en su centro, revela la existencia de cierta tendencia hacia el campo de lo estético y lo artístico.
Monte de Marte
Como ya se ha dicho, hay dos montes que reciben la influencia de Marte. Estos dos montes se llaman Monte Inferior de Marte y Monte Superior de Marte.
El primero de ellos ocupa memos superficie que el segundo, y se encuentra situado en la zona comprendida entre el Monte de Venus y el Monte de Júpiter.
Un Monte Inferior de Marte con desarrollo normal indica atrevimiento, resolución y valentía.
Si es excesivamente abultado revela cierta predisposición a la violencia y a la imposición de métodos coactivos.
Un Monte Inferior de Marte muy poco abultado es señal de temor y pusilanimidad.
Por su parte, el Monte Superior de proporciones y formas consideradas normales, es señal de la importancia de los principios y valores éticos y morales. Por el contrario, si está excesivamente abultado: Revela la existencia de una personalidad de mal carácter y ausencia de tacto en el trato con los demás.
Monte de Júpiter
Se encuentra situado en la zona de nacimiento del dedo índice y, por regla general, suele ser bastante abultado en proporción al volumen de los restantes montes.
Cuando el Monte de Júpiter aparece inclinado, o muy cercano, al Monte de Saturno, simboliza la predisposición a trabajar en equipo.
Un Monte de Júpiter normalmente desarrollado es señal de buen carácter, de ambición moderada y de altruismo. Si se presenta excesivamente abultado es indicio de un carácter autoritario, presumido y arrogante. Es señal de egoísmo y misantropía.
El Monte de Júpiter escasamente abultado revela apatía, pereza y falta de confianza en uno mismo.
Fuente: http://www.losarcanos.com/tarot_contex.php?ART=41779KTJUQ
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